14 enero 2007

La invitada


Me hace especial ilusión poder empezar este año con la idea de presentar aquí algo de lo que me enorgullezco y disfruto tanto: est@s invitad@s que no son otros que los que nadan a mi lado.

No podía ser nadie más que ella quién inaugurase este espacio, porque me encontró escondida en una frase y en sus palabras yo encontré a una persona maravillosa que tengo el gustazo de acercaros hasta aquí. Bienvenida siempre Di.


"Una noche cualquiera, mientras veía las lágrimas de mi madre caer por su mejilla, repleto su corazón de angustia y preocupación por la tardía aparición de mi hermano, se me ocurrió –inocente infancia- prometerle que yo no le haría sufrir tanto, que jamás viajaría, que no me iría lejos de su lado.

Primer y grave error. La niña no sólo le dio por viajar siempre que podía (mucho más que su hermano), sino que encima decidió irse a vivir a otra ciudad, por si no era suficiente.

Y es que parece que las promesas no se me dan bien.

Porque años después, y de nuevo a mi madre –triste esa vez por la muerte de una famosa periodista radiofónica a la que escuchaba tarde tras tarde- le prometí que yo algún día ocuparía su lugar en la radio, y haría un programa diario que le dedicaría a ella (a mi madre, claro).

La incipiente periodista (aunque ni siquiera había empezado aún la carrera) parecía que acomodaba su vida a esa profesión, y por un momento hasta yo soñé que quizás podría por fin cumplir dicha promesa. No lo hice, y ese tren pasó hace ya mucho. La radio no es mi mundo, aunque fue mi universo incluso.

Y sigo: a mi padre, muchas veces, le prometí que escribiría un libro algún día. Él, con ese orgullo paterno que los que aún no somos padres no podemos comprender, se emocionaba, y me animaba día a día a cumplir aquello, que no sólo era una promesa, sino sobre todo un sueño. Sí, habéis acertado, también le fallé. Ese libro está a medio empezar. Tiene tres páginas, y una idea muy clara, pero al morir mi padre creo que también murieron las ganas de escribir para él. Es difícil de explicar, muy contradictorio. Me quedo esta parte de incomprensión para mí misma.

A muchos amigos les prometí estar siempre a su lado, no dejarles ni a sol ni a sombra, no olvidarles, acompañarles en este camino de la vida. Y creo que ahí tampoco he cumplido mi promesa.

Por eso, en vista de que estoy especializándome en romper promesas, a ti, Niña Carol, no quería fallarte de nuevo. Sólo por ser tan increíblemente especial, tan imprescindible para que yo siga adelante. Gracias por pensar en mí, gracias por enseñarme unas cuantas cosas con tu lucha. Gracias por hacerme sentir Como Pez en el Agua.

Prometo no prometer, y así no romperé tantos corazones… ¿o esto también es una promesa?"

3 Comments:

Blogger Miada said...

Hace tiempo que inicié una sección así en mi blog, algún problemilla que otro me acabo creando, no llueve siempre a gusto de todos, pero creo que esta lluvia le gusta a todo el mundo.

Un beso, o dos.

16.1.07  
Anonymous Anónimo said...

Las palabras de Carolina sobre ti Di, hacen que casi crea conocerte. Sigue escribiendo.

16.1.07  
Anonymous Anónimo said...

Ver una invitada así en el blog de alguien tan especial debe ser algo así como ver un partido de Garbajosa en un palco VIP.

Sólo un par de tirones de orejas. La radio no será tu mundo pero servidor ha escuchado tu nombre en TeleMadrid acompañado de la coletilla "la mejor voz femenina NACIONAL en baloncesto". Tu padre estará bien orgulloso de esa definición que por cierto comparto.

Y lo del libro tranquila que ideas no te faltan y la inspiración, si algo tiene, es que se le puede llamar sin pedir cita.

A ver cuando me invitas a mi Carolilla. Es broma, es broma, el nivel es demasiado alto como para quedar bien, jaja :P.

Te esperamos en Málaga, niña Carol!

19.1.07  

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